La magia del cine reside en su capacidad para reimaginar historias que ya forman parte del inconsciente colectivo.
Con Wicked, el director Jon M. Chu ha emprendido un desafío monumental: ofrecer un vistazo a los eventos que anteceden a The Wizard of Oz, ampliando el universo narrativo y profundizando en sus personajes más icónicos.
Este relato revisionista se adentra en la vida de Elphaba y Glinda, dos figuras cuya complejidad no sólo redefine su legado en la cultura popular, sino que también toca temas profundamente humanos y universales. Con más de dos décadas de éxito en Broadway, Wicked ha demostrado ser mucho más que un espectáculo teatral: es un fenómeno cultural.
Ahora, bajo la dirección de Jon M. Chu, esta historia revisionista de los orígenes de The Wizard of Oz llega a la pantalla grande con una producción de dos partes que promete reimaginar la relación entre Elphaba, la futura Bruja Malvada del Oeste, y Glinda, la Bruja Buena del Norte.
Protagonizada por Cynthia Erivo y Ariana Grande, Wicked busca desafiar las expectativas, no solo por su deslumbrante espectáculo visual y musical, sino también por la profundidad emocional que ambas actrices han aportado a sus interpretaciones.
LA HISTORIA DETRÁS DEL MITO
Wicked sigue a Elphaba (Erivo) y Glinda (Grande) durante su juventud en la Universidad Shiz, mucho antes de que sus caminos las llevaran a convertirse en iconos de Oz.
En un inicio forzadas a compartir habitación, estas jóvenes de mundos opuestos comienzan como rivales, pero su relación evoluciona hacia una amistad compleja y transformadora.
“La relación entre Elphaba y Glinda es el corazón de esta historia”, explica Cynthia Erivo durante un encuentro en el que Listín Diario estuvo representado.
“Es una historia sobre la aceptación, la conexión y la capacidad de cambio. Ambas se enfrentan a desafíos personales que las llevan a cuestionar sus propios valores y a redefinir lo que significa ser buenas o malas”, afirmó Erivo.
La narrativa, que culmina con la electrizante interpretación de Defying Gravity, utiliza esta canción no solo como un acto de liberación de Elphaba, sino como el clímax emocional de la primera película.
“Cuando cantas esa canción, estás en pleno vuelo, no solo físicamente sino emocionalmente”, comenta Erivo, quien tuvo que prepararse tanto vocal como físicamente para interpretar a una Elphaba suspendida en el aire.
EL ENFOQUE ÍNTIMO DE ERIVO Y GRANDE
Para Cynthia Erivo, dar vida a Elphaba no fue solo una cuestión de encarnar a un personaje icónico, sino de encontrar las conexiones humanas en su historia.
“No quería que el público viera solo a una mujer verde; quería que entendieran su lucha interna, sus miedos y sus sueños”, comparte.
Erivo, ganadora de un Tony por The Color Purple, es conocida por su habilidad para transmitir emociones profundas a través de la música. En este caso, cantar en vivo fue fundamental para lograr esa autenticidad.
“Cantar en vivo nos permitió jugar con las emociones en tiempo real”, añade Erivo. “Las canciones en Wicked son demasiado emocionales para ser grabadas previamente. Interpretarlas en el set nos dio la oportunidad de improvisar y conectarnos más profundamente con los personajes”.
Ariana Grande, por su parte, enfrentó el desafío de reinventarse completamente como Glinda, dejando atrás su imagen como estrella del pop para abrazar la dulzura y complejidad de su personaje. “Fue importante borrar todo rastro de mí misma para que el público sólo viera a Glinda”, expresó Grande, quien trabajó intensamente con su entrenador vocal para adaptar su tono hacia un registro operístico y clásico.
“Glinda tiene esta energía burbujeante y una creencia inicial de que todo debe ser perfecto y superficial”, explica Grande. “Pero cuando conoce a Elphaba, comienza a cuestionar esas ideas y a descubrir lo que realmente significa ser buena. Ese viaje es algo que resuena profundamente conmigo”, comentó.
EL PODER DEL SIMBOLISMO EN OZ
Desde su debut en Broadway, Wicked ha sido una alegoría poderosa sobre la aceptación y el rechazo. En este contexto, Erivo y Grande encontraron paralelismos entre sus vidas y las de sus personajes.
“Como mujer negra y queer, entiendo lo que significa sentirse diferente o no tener un lugar en el mundo”, confiesa Erivo. “Elphaba también vive en ese margen, y su viaje para aceptarse a sí misma es algo que me toca profundamente”.
Grande, por su parte, ve en Glinda una reflexión de su propia relación con sus fans. “A lo largo de los años, he sentido la presión de cumplir con las expectativas de mi audiencia, pero también he aprendido la importancia de cuidarme a mí misma. Glinda está en un viaje similar, tratando de equilibrar quién es con quién quiere ser para los demás”.
PRODUCCIÓN AMBICIOSA
La decisión de filmar Wicked en dos partes fue clave para dar espacio a una historia tan rica en detalles y emociones. Con la primera parte enfocada en el desarrollo de la amistad entre las protagonistas y la segunda en su inevitable enfrentamiento, Jon M. Chu ha apostado por una experiencia cinematográfica que honra el material original mientras lo adapta a un formato más íntimo.
“En el escenario, tienes que proyectar todo al fondo del teatro, pero en la pantalla puedes contar la historia de manera más sutil”, dice Erivo.
“Eso nos permitió explorar matices en nuestras interpretaciones que serían imposibles en Broadway”.
Además, la producción rindió homenaje al legado teatral de Wicked, asegurándose de que cada canción y actuación fueran un tributo a las generaciones de artistas que han dado vida a esta historia en los escenarios. “Cantar en vivo era nuestra forma de solidarizarnos con las muchas Elphabas y Glindas que lo hacen ocho veces a la semana en Broadway”, afirma Grande.
MENSAJE PARA NUESTROS TIEMPOS
Más allá de su espectáculo visual y musical, Wicked llega en un momento cultural significativo, cuando las divisiones y los prejuicios parecen más visibles que nunca. Para Erivo y Grande, la historia de Elphaba y Glinda no podría ser más relevante.
“Es un recordatorio de la importancia de la conexión, la amistad y la aceptación de las diferencias”, reflexiona Erivo.
“Espero que esta película inspire a las personas a cuestionar sus propios prejuicios y a buscar formas de construir puentes en lugar de muros”.
Grande añade: “Aunque los temas de Wicked son intemporales, se sienten particularmente urgentes ahora. La amistad y el amor, ya sea en la familia o en las relaciones elegidas, siempre han sido lo que nos ayuda a superar los momentos más oscuros”.
EL LEGADO DE WICKED
Desde su primera presentación en Broadway en 2003, Wicked ha tocado las vidas de millones, ofreciendo una perspectiva fresca sobre una historia clásica. Para Grande, ese impacto comenzó cuando tenía solo 10 años y vio al elenco original en Nueva York. “Fue un momento transformador para mí. Desde entonces, Wicked ha sido una parte fundamental de mi vida”, recuerda.
Erivo también encontró en Wicked un punto de conexión profundo. “Conocí la música mucho antes de ver el espectáculo, y ya estaba enamorada de sus temas y de su mensaje”, comenta. Ahora, como intérprete de Elphaba, tiene la oportunidad de devolver ese amor al público de una manera nueva.
Con su estreno programado para 2025, Wicked Part Two completará esta épica adaptación cinematográfica, dejando a los fans ansiosos por ver cómo estas dos mujeres extraordinarias continúan su viaje. Pero, incluso antes de esa conclusión, la primera parte de Wicked promete ser un hito cinematográfico, una celebración de la amistad, la aceptación y la magia que reside en cada uno de nosotros.
Para aquellos que siempre se han sentido un poco diferentes, Wicked es más que una película: es un recordatorio de que incluso los marginados pueden desafiar la gravedad.