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Nueva York.-

El presidente Luis Abinader, enfatizó ante la Asamblea General de las Naciones Unidas que República Dominicana no busca confrontar a Haití, pero está decidido a tomar medidas para abordar los grupos que perpetúan la inestabilidad en la nación vecina.

En su discurso, el mandatario declaró: “No tenemos, ni deseamos, ni buscamos una confrontación con el pueblo haitiano, pero sí estamos enfrentando a los actores incontrolables que mantienen la inseguridad en Haití por sus intereses particulares, y que ahora conspiran también contra la estabilidad de su Gobierno y la seguridad de los recursos hídricos”.

El presidente Abinader reiteró que la principal responsabilidad de su Gobierno es defender los intereses del pueblo dominicano y que seguirán haciéndolo. Además, respaldó la posición del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, sobre la necesidad urgente de desplegar una misión de seguridad en Haití respaldada por la ONU para restaurar la paz y el control en el país vecino.

El presidente dominicano agradeció a Kenia por liderar la fuerza multinacional y a Jamaica y Bahamas por aportar efectivos en este esfuerzo. Enfatizó que la situación en Haití es una ruptura del orden público perpetrado por elementos criminales sin ninguna reivindicación política o ideológica clara.

Asimismo, el presidente Abinader subrayó la importancia de un pacto social y político en Haití que permita la celebración de elecciones justas, libres y transparentes como parte de la solución a la crisis.

En cuanto a la situación fronteriza actual, el presidente Abinader explicó que el cierre de la frontera se agudizó debido a la construcción ilegal de un canal de trasvase en territorio haitiano para extraer agua del río Dajabón, en violación de los tratados fronterizos entre ambos países.

El mandatario señaló: “La información que disponemos indica que es una maniobra de control del agua por parte de una reducida élite económico-política, para lucrarse con su venta a pequeños productores de la zona”.

Desde abril de 2021, el Gobierno dominicano ha solicitado en múltiples ocasiones a las autoridades haitianas detener la construcción unilateral e ilegal de este canal. A pesar de que el Gobierno haitiano ha admitido que no se trata de una obra gubernamental, no ha tomado medidas para detenerla debido a la debilidad institucional y la crisis de orden público y seguridad en Haití.

El presidente Abinader destacó que esta obra ilegal pone en riesgo el acceso al agua de cientos de familias agricultoras de ambas naciones y amenaza con inundar el parque industrial CODEVI, afectando a sus 19,000 trabajadores haitianos y a residentes de las ciudades fronterizas de Dajabón y Juana Méndez. También advirtió sobre el impacto negativo en la Laguna de Saladillo, uno de los principales humedales de la República Dominicana.

La República Dominicana, en busca de una solución pacífica, continúa trabajando con la comunidad internacional para abordar la crisis en Haití y garantizar la seguridad y el bienestar de ambas naciones.