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La mexicana Thalía se presentó el miércoles en el encendido del árbol de Navidad del Rockefeller Center de Nueva York, con la bachata “Nueva Navidad”, de la autoría de la dominicana Olga Lara.

Thalía vistió sus mejores galas en un evento memorable en el que la única artista latina invitada en esta ocasión fue ella.

La mexicana y sus bailarines presentaron una puesta en escena impecable. 

La bachata, declarada patrimonio inmaterial de la humanidad, se volvió a lucir de esa manera en un gran escenario.

El árbol de Navidad del Rockefeller Center, todo un símbolo invernal en Nueva York, se iluminó el miércoles para inaugurar la temporada festiva al ritmo de artistas invitados. 

Ademàs de Thalía, por el escenario pasaron la banda Backstreet Boys y la cantante estadounidense Kelly Clarkson.

Quien no pareció temer a las bajas temperaturas fue la cantante Thalía, la única latina del show, que cantó ‘Feliz Navidad’ vestida con un ‘body’ de tirantes y una capa roja colgada de la cintura.

Los primeros copos de nieve que caen este invierno fueron los personajes secundarios de las actuaciones del resto de artistas, entre los que se encontraban Raye, Coco Jones, Jennifer Hudson y los BackStreet Boys, que interpretaron la icónica ‘Last Christmas’.

Tampoco faltaron esa noche las icónicas Rockettes del Radio City Music Hall, que, luciendo unos mini vestidos plateados, bailaron un popurrí de canciones navideñas.

El árbol, de Massachusets y con sello Swarovski

Tras las actuaciones, el público comenzó una cuenta atrás que siguieron desde el escenario tanto las celebridades invitadas como el alcalde Eric Adams para dar paso al iluminado del árbol, que encendió sus más de 50,000 luces LED de colores entre gritos y aplausos de los espectadores.

Esta es la primera vez desde 1959 que el árbol, que este año mide 22 metros y pesa once toneladas, procede del estado de Massachusetts, más concretamente del pueblo West Stockbridge.

El abeto fue donado por un estadounidense llamado Earl Albert y está coronado por una gran estrella dorada que cuenta con tres millones de cristales de la marca de lujo Swarovski.

La tradición de iluminar este árbol se remonta a 1933 y desde entonces ha sufrido algunas variaciones: por ejemplo, en 1942 se instalaron tres abetos adornados con los colores de la bandera estadounidense para apoyar a las tropas que combatían en la Segunda Guerra Mundial, algo que se repitió en 2001 tras los atentados del 11S.