Harry y Meghan. Meghan y Harry. La historia de amor entre la actriz estadounidense y el príncipe de Inglaterra se vio envuelta en polémica casi desde sus comienzos, particularmente por los orígenes de la futura duquesa de Sussex.
Afrodescendiente, actriz y divorciada de un productor, su carta de presentación no parecía acorde a lo que la corona británica esperaría. Porque en los cuentos de hadas, no siempre hace falta haber nacido noble para ser una princesa… Pero en la vida y la casa real, las hadas no existen.
Y es que ahora que el acuerdo entre esta pareja royal y Spotify llega a su fin, y se rumorea que el que tienen con Netflix puede ser el siguiente, crecen los rumores sobre que también el amor se ha terminado.
Érase una vez
Una cita a ciegas en verano de 2016, o un encuentro en Instagram en verano de ese mismo año. Esas son las dos versiones que hay sobre cómo se conocieron Meghan y Harry. La primera, aparece en el libro biográfico “Finding Freedom” y la segunda en la docuserie de Netflix “Harry y Meghan”.
¿Cuál es el comienzo real de este cuento de hadas? Puede que nunca lo sepamos, pero lo que está claro es que, cita a ciegas o cruce por Instagram, la conexión entre ambos fue casi instantánea, cosa de magia.
En otoño de 2016 la supuesta relación entre la actriz y el príncipe ya se había filtrado a la prensa, y la Casa de Isabel II tuvo que pedir respeto a la intimidad de Meghan Markle. No fue hasta diciembre de ese mismo año que aparecieron sus primeras fotos juntos.
Sin hacer todavía oficial su relación, en 2017 empezaron a dejarse ver juntos y ella conoció por fin a Kate Middleton y el Príncipe William, la pareja pasó el verano juntos, y Meghan tomó el té con la reina a la vuelta de las vacaciones.
Después de ese encuentro, la corona británica anunció el compromiso nupcial entre Meghan Markle y el Príncipe Harry y la antaño actriz pasó las navidades junto a la familia real.
En mayo de 2018 tuvo lugar la boda y, un año después, en mayo de 2019, nació el primogénito del matrimonio, Archie. Pero ese mismo otoño, la pareja tuvo su primer distanciamiento con la casa real.
La nueva Diana de Gales
En 2021, Meghan confesó en una mediática entrevista con Oprah Winfrey que en 2019 “había conversaciones y preocupación sobre lo oscura que podría ser su piel cuando naciera y qué supondría eso, cómo sentaría”, dijo acusando a la familia real de racismo.
La exactriz también confesó que llegó a tener pensamientos suicidas debido a la presión de los medios, la sociedad y la corona: “Simplemente no quería seguir viva. Era un pensamiento claro, constante y aterrador”.
Meghan atribuyó a dicha presión mediática el aborto que sufrió cuando pasaba por su segundo embarazo. Pero en 2021 nació su segunda hija, Lilibet. Este segundo nacimiento llegaba tras múltiples polémicas.
Y es que antes de eso, en plena pandemia del 2020, Harry y Meghan anunciaron su decisión de dejar de formar parte de la casa real y dejar de usar el título de “alteza”, abandonando también la cuenta oficial de Instagram de @sussexroyal.
Mientras para algunos la culpa del distanciamiento de Harry con el resto de la familia era de una Meghan supuestamente manipuladora, para otros la duquesa era “la nueva Lady Di” (y más cuando se especuló sobre si el matrimonio cambiaría el apellido Windsor por el Spencer de la princesa Diana).
“Harry, Meghan y Archie siempre serán miembros muy queridos de mi familia”, dijo sobre esta decisión, en comunicado oficial, la ya fallecida Isabel II de Inglaterra, liberando así a la pareja de sus obligaciones con la nobleza. Pero su cuento de hadas todavía tenía más capítulos.
Más allá de la Corona
Desde entonces, han hecho de su historia de amor una marca personal y fue después de eso que las confesiones de la pareja alimentaron todavía más la polémica con la corona, siempre envueltos en rumores a pesar de mudarse a Estados Unidos.
La docuserie, un podcast en Spotify bajo el nombre de Archetypes, la denuncia de Harry a tres grupos editoriales propietarios de los principales tabloides, la entrevista con Oprah… Todo ello ha supuesto una vorágine de información y rumores sobre la relación de los de Sussex con el resto de la familia real.
Pero durante las últimas semanas, Meghan y Harry han subido todavía más en la cresta de la ola a raíz de varias noticias: primero, fue un supuesto acuerdo que convertiría a la estadounidense en la nueva imagen de Dior, algo que después fue desmentido.
Después, llegó el fin del podcast con Spotify, por el que firmaron en 2020 un acuerdo de alrededor de 25 millones y en el que entrevistaban a invitadas de renombre como Paris Hilton, Serena Williams o Mariah Carey. Y que ahora intentarían continuar por su cuenta, aunque han tenido ciertos problemas a la hora de intentar registrar el nombre de marca.
La ruptura entre el matrimonio y la plataforma de streaming se comunicó de forma conjunta: “hemos acordado de mutuo acuerdo separarnos y estamos orgullosos de la serie que hicimos juntos”, sin ahondar en la polémica por la que supuestamente Meghan habría falseado las entrevistas al no realizarlas ella sino añadir su audio posteriormente.
Ahora, el acuerdo entre los de Sussex y Netflix, por 100 millones de dólares, podría ser el siguiente en caer ante “la sensación es que ya se ha exprimido del todo ese limón”, según ha dicho una fuente anónima a The Sun.
¿El final del cuento de hadas? Puede
Pero la noticia que realmente ha sacudido a los medios es la de la supuesta crisis matrimonial por la que estarían pasando Meghan y Harry, llegando a haber rumores sobre un posible divorcio.
Según Socialité, el exmayordomo de la pareja ha afirmado que “Harry ha conocido la verdadera cara de Meghan”. En contraposición, el periodista Tom Bowyer, experto en la corona británica, ha afirmado según Daily Mail que es ella quien “se está cansando de él”.
Además, Manuel Filiberto de Saboya, conocido como “el Príncipe de Venecia”, ha afirmado en entrevista con Fox News Digital que Harry estaría acusando el distanciamiento con su familia: “está sufriendo mucho por todo lo que está pasando”.
La ausencia de la celebración de sus “bodas de madera”, ya que en mayo de este año habrían cumplido cinco años casados, el hecho de que Harry acudiera sin Meghan al entierro de su abuela y a la coronación del rey Carlos III, y rumores sobre la presión de la familia británica para que el joven duque regrese a Reino Unido han hecho correr ríos de tinta.
Y eso que, “para William, su hermano está muerto, metafóricamente hablando”, según dijo Lady Colin Campbell, biógrafa de Diana de Gales, en declaraciones publicadas por Mujer Hoy. Según Campbell, Meghan “todavía necesita a Harry” ya que al tener más de 40 años “lo va a tener complicado para sustituirlo”. Mientras que él seguiría con ella “atado por sus dos hijos”.
Sin embargo, todo esto son especulaciones de periodistas y fuentes cercanas, pero por el momento, no hay confirmación oficial de ningún tipo sobre que Meghan y Harry hayan dejado de comer perdices en un final feliz.