El triunfo en el Festival de Jazz de Montreux, uno de los más importantes en el mundo de la música, está reservada a unos pocos y el artista colombiano Maluma se convirtió hoy en uno de los integrantes de este Olimpo del espectáculo con un vibrante concierto.
El intérprete colombiano se unió así a una lista de la que ya forman parte voces tan consagradas como las de Bob Dylan, Nina Simone o Camarón de la Isla.
Durante su primer concierto en Montreux, el artista medellinense interpretó sus canciones más conocidas en el histórico Auditorio Stravinski.
El colombiano, uno de los cantantes de reguetón y música latina contemporánea más populares, puso a bailar al público -femenino en su gran mayoría femenino- con sus éxitos planetarios.
La noche empezó fuerte con “Coco Loco”, el último sencillo del artista colombiano, con el que encendió al público.
“Buena noches, soy Juan Luis Londoño Arias, más conocido como Maluma, baby”, se presentó el artista ante un auditorio entregado a la energía del intérprete de 29 años, que luego encadenó sus temas más conocidos.
La balada “Hawái” sonó coreada por todos los espectadores, una respuesta del público que emocionó al artista, y tras la que vino una reivindicación del español.
“Para mí siempre había sido un sueño venir a cantar aquí, en este festival tan importante, y lo más bonito es que he llegado a hacerlo y cantando en español. Lo que siempre soñé”, dijo entre aplausos.
Siguieron “Corazón”, “11 PM”, “HP”, varios popurrís de temas menos conocidos, “Hola Señorita”, “Felices Los 4” y “La Fórmula”.
“Aprovechemos este calor que esperemos que nos dure”, dijo antes de pasar lista a todas las banderas que coloreaban el auditorio.
Entonces, el artista se despojó de su chaqueta y dejó al aire sus tatuajes para afrontar la última parte del concierto con “Sobrio”, “Borro Cassette”, “Vente Pa´acá”, “Chantaje”, “Mala mía” y la célebre “4 Babys”, ya en los bises.
El recital de hoy ha sido el último hito de la gira “Don Juan World Tour”, que ya desembarcó con éxito en varias ciudades españolas y que se trasladará a Estados Unidos tras un breve paso por Italia y Polonia.
En las filas de acceso al concierto podían escucharse prácticamente todos los acentos del español.
La población latinoamericana es numerosa en Suiza, un país en el que Maluma es un habitual en las salas de fiesta.
“Venimos a bailar”, afirmaron algunas de las admiradoras del artista entre risas, antes de su actuación.