El posicionamiento de Constanza como el principal productor de frutas y hortalizas de la República Dominicana se debe, en gran medida, a la influencia de las colonias japonesa y española, establecidas en ese municipio de la provincia de La Vega entre los años 1955 y 1959.
En el caso de los japoneses, introdujeron técnicas y nuevos cultivos como el repollo, brócoli, coliflor, pepino, apio y zanahoria, lo que benefició la producción agropecuaria nacional. Según datos oficiales, más del 80 % de las hortalizas consumidas en el país provienen de las tierras de Constanza.
“Esto se debe a las contribuciones en técnicas de siembra de los japoneses y españoles”, destaca Rafa Collado, empresario del sector agropecuario. Antes de su llegada, Constanza se caracterizaba por el cultivo de maíz, yuca, habichuela y batata entre otros.
Sesenta años en el país
Para Teruky Waki, presidente de la Asociación de Japoneses de Constanza, el principal logro de su colonia es la conducta intachable que han demostrado durante más de 60 años de residencia en el país. Además, destaca su espíritu trabajador, solidario y creativo. Waki, de 68 años, es miembro de una de las dos familias japonesas que aún permanecen en Constanza de las 30 que llegaron en octubre de 1956, traídas por Rafael Leónidas Trujillo con el objetivo de impulsar el desarrollo agrícola.
Waki relata que, tras la caída del régimen, enfrentaron momentos difíciles y fueron agredidos por vándalos que intentaron despojarlos de las tierras que les habían sido asignadas para actividades agropecuarias. Algunos compatriotas suyos decidieron emigrar a Argentina, Brasil o regresar a Japón.
Sin embargo, él agradece la decisión de sus padres de quedarse en suelo dominicano y afirma que no cambiaría la tranquilidad que le brinda Constanza por ningún otro país, incluso si se llamara Japón.
La familia de Waki se dedicó inicialmente al cultivo de flores y, después de varios años, incursionaron en el cultivo de espárragos. “Desde pequeño me he dedicado al cultivo de flores, ya que fue el oficio que aprendí”, comenta.
La Feria de la Cosecha
La Feria de la Cosecha de Constanza en su edición de 2023, que se llevará a cabo del jueves 13 al domingo 16 de este mes en el Aeropuerto Doméstico 14 de Junio de Constanza, está dedicada a los ciudadanos japoneses y españoles radicados en esa localidad montañosa, gracias a las contribuciones de ambas colonias. Los organizadores tienen programadas actividades que destacan las culturas de ambas naciones.
Otros intereses
Las nuevas generaciones han abandonado las actividades relacionadas con el cultivo de hortalizas a lo largo de los años. Según Waki, cada vez son menos los descendientes que continúan trabajando en el campo. Explica que muchos han emigrado a las grandes ciudades de la República Dominicana y se dedican a otras actividades alejadas de la agricultura. La familia Ariyama, también del grupo de los primeros colonos, aún permanece en Constanza, pero ha cambiado el cultivo por actividades comerciales.
Otra colonia importante en Constanza es la española, que también ha tenido un impacto significativo en la economía nacional. Los españoles fueron los pioneros en la siembra de ajo, cebolla, papa, fresa, melocotón y otros cultivos.
Juan José Leira Álvarez, cónsul honorario de España en Constanza, destaca que los descendientes de los primeros españoles en la zona continúan involucrados en actividades relacionadas con la agricultura. “Los descendientes se dedican a labores de agroquímicos y comercios relacionados con la agricultura”, señala.
De los más de 700 hombres que llegaron en 1955 para trabajar la tierra, quedan solo 8 familias, algunos han fallecido y otros han emigrado a otros lugares de la República Dominicana o regresado a España.
Las colonias japonesa y española fueron establecidas en distintos puntos del país por el régimen de Rafael Leónidas Trujillo con el objetivo de fomentar la migración de ciudadanos de ambos países y promover el desarrollo agrícola.
La colonia japonesa se estableció en Pedernales, Constanza, Dajabón, Duvergé, Bahoruco, Jarabacoa, Montecristi y Neiba, aunque se calcula que regresó el 70 % de los que llegaron. La migración española se estableció en Nagua, San Juan de la Maguana, San Pedro de Macorís, Constanza y otros.