El anfiteatro de Altos de Chavón se llenó de ritmo y alegría en la noche de este sábado con la presencia del astro colombiano Carlos Vives, quien presentó en suelo dominicano su tour “El rock de mi pueblo vive“, una exaltación a la mezcla de la cultura indígena, española y africana.
A lo largo de las dos horas que duró el espectáculo, Vives demostró porqué es “el rey del vallenato“, poniendo a cada uno de los presentes a cantar y a bailar en una fiesta que celebró por todo lo alto lo mejor de sus 30 años de carrera.
Una noche de éxitos
El concierto se inició a las 10:12 de la noche al ritmo de “La gota fría“, sencillo lanzado en 1993 y contenido en su producción “Clásicos de la provincia“. Éxitos como “Déjame entrar“, “La bicicleta” y “Nota de amor” no faltaron en el repertorio.
Vestido de negro y con algunas alhajas, la sencillez del artista contrastaba con los coloridos estampados que lucieron sus tres coristas y ocho músicos que lo acompañaron en tarima. Un juego de luces y pirotecnia, junto a una pantalla gigante que atravesaba el escenario de lado a lado, complementaron el show.
“Buenas noches, hermanos dominicanos. Estaba por aquí y quiero tocar la puerta de este hermano país. Buenas noches, Altos de Chavón“, saludó.
El multipremiado artista, ganador de 18 Latin Grammys, dos premios Grammys, y miembro del Salón de la Fama de los Premios Billboard de la Música Latina, narró los orígenes y expansión de la cumbia a lo largo del río Grande, interpretando canciones como “La piragua“, “Cañaguatera“, “Cumbiana” y “Volví a nacer“.
Dijo que, estas canciones, que han ido pasando de generación en generación, forjando el sabor del Caribe, son “un grito de libertad para entender lo que somos, yo lo llamo, simplemente, el rock de mi pueblo”.
Resultó increíble ver como Vives, de 63 años, mantenía la afinación en cada canción en medio de tanto baile y movimiento a ritmo de tambores, aplaudido por un público esencialmente adulto-mayor.
Momento de emoción
Un momento emotivo fue cuando al interpretar “Carito“, el artista le rindió homenaje a su compadre Egidio Cuadrado, su inseparable acordeonista, quien falleció el pasado 21 de octubre. Así como cuando recordó su primera presentación en Chavón en un show benéfico para recaudar fondos tras el paso del huracán Georges en 1998.
Además de sus dotes vocales, el originario de Santa Marta mostró su habilidad para los instrumentos de viento, impregnando la esencia andina con la flauta de millo en el intro de la canción “Fruta fresca” y tocando la armónica en “Pá Mayté”.
Dos horas de show
Tras cantar su himno “La tierra del olvido“, Vives, seleccionado como la “Persona del Año 2024” por la Academia Latina de la Grabación, se despidió brevemente del escenario y ante la insistencia de los presentes que pedían otra canción, regresó para cantar “Robarte un beso” y “Cuando nos volvamos a encontrar”, con la que puso fin a la velada producida por ED Live a las 12:19 de la madrugada.
