Kendall Jenner ha atravesado la Place Vendôme a lomos de un caballo junto a su mejor amiga, Gigi Hadid. También ha recorrido el Museo del Louvre descalza a medianoche. Definitivamente, la modelo no es ninguna turista más y las experiencias acumuladas en su pase VIP por la capital parisina superan nuestros mejores sueños y deseos.
La modelo, que se encuentra en París con motivo de la semana de la moda de alta costura y el evento Vogue World, ha compartido una serie de fotos en las que aparece disfrutando de las obras de arte de uno de los museos más importantes del mundo vestida con un top, una falda y sin zapatos: “El Louvre a medianoche”.
En Instagram, las reacciones han oscilado entre la admiración y la censura: “Lo entendemos. Eres tan asquerosamente rica que puedes conseguir que el Louvre abra a medianoche solo para que camines descalza por las históricas salas “, se lamentaba un comentario. “Sabes lo poderosa que es esta mujer cuando puede tener todo el Louvre para ella sola en mitad de la noche”, aplaudía otro.
Lo cierto es que hay problemas más acuciantes causados por la desigualdad de riqueza que la proximidad a la Mona Lisa. De hecho, poder visitar el Louvre ya es un privilegio en sí, pero bueno, se entiende.
Sin embargo, poco se está hablando de que la modelo haya decidido prescindir, no sólo de los tacones, poco recomendables para visitar un museo como el Louvre, por otra parte, sino de cualquier tipo de calzado. Ni Samba ni Onitsuka Tiger. Ni bailarinas ni sandalias. Turistas, no lo intenten en su vacaciones porque quizá no sea lo más higiénico…
